El Congreso de la Ciudad de México está buscando incentivar el “Home Office” con un descuento hasta del 40% en el Impuesto Sobre Nóminas.
El objetivo, desde luego, es tendiente a traer beneficios en materia de movilidad, salud, medio ambiente y trabajo; así como buscar ahorros al trabajador.
No obstante, desde el punto de vista legal, esta medida, aunque de principio es buena, trae consigo una serie de dudas en su aplicación; esto porque la Ley Federal del Trabajo no regula dicha modalidad de trabajo a distancia, lo que ha venido traduciéndose en una falta de control en el tema de asistencias, que trae como consecuencia la falta de acreditamiento o probatoria en caso de una contienda.
El rumbo es ideal, existen más beneficios que perjuicios, hará falta el impulso en el Congreso Federal para adaptar la LFT a tiempos modernos y a modalidades igualmente modernas.
De ese modo, la medida podría adaptarse no solo a la Ciudad de México, sino al resto del país, que en ciudades como Monterrey, Guadalajara, Querétaro y Puebla se volvería igualmente práctico.
Por Lic. Adrián Aminadab Román y Román.
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